jueves, 13 de noviembre de 2014

ESTILO — Y TRABAJO

El excelente ejemplo de lo que quiero decir
Me gusta escribir historias sencillas, pero bien construidas, que agraden al personal. Son las mejores, las que más llegan, y llenan, a la gente, y se recuerdan. Dejo la complejidad para los personajes. Se me da muy bien la psicología de los personajes. Lo han resaltado en cuantas reseñas han valorado mi obra. ¡Un gran logro! No de todos dicen algo tan elogioso.

Esto se debe a la amplia cantidad de lecturas que poseo (que no excluyen al cómic, pese a los miramientos escrupulosos de “algunos”, que se piensan que la historieta es un veneno anticultural, o algo así), a su análisis y el razonamiento sobre las conductas que mueven a los personajes a hacer qué cosa.

Y también está comprender que la gente, en el fondo, lo que quiere es eso: fantasía bien hecha. Que la distraigan un buen rato de los problemas. Revivir un poco la infancia, cuando rescataban a la PRINCESA LEIA de DARTH VADER, y todo era más simple…

Vuestro Scriptor.